25 oct 2010

Había una vez una Hormiguita y una Cigarra...


Había una vez una Hormiguita y una Cigarra que eran muy amigas. Durante todo el otoño la Hormiguita trabajó sin parar, almacenando comida para el invierno. No aprovechó el sol, la brisa suave del fin de tarde, ni de la charla con los amigos tomando una cervecita despues de un dia de labor.
Mientras, la Cigarra sólo andaba cantando con los amigos en los bares de la ciudad, no desperdició ni un minuto siquiera, cantó durante todo el otoño, bailó, aprovechó el sol, dsifrutó muchísimo sin preocuparse por el mal tiempo que estaba por venir.
Pasados unos días empezó el frio, la Hormiguita, exhausta de tanto trabajar se metió en su pobre guarida repleta hasta el techo de comida.
Pero alguien la llamó por su nombre desde afuera y cuando abrió la puerta tuvo una sorpresa: vió a su amiga la Cigarra dentro de un ferrari y con un valioso abrigo de pieles. la Cigarra le dijo:
"- Hola amiga! Voy a pasar el invierno en Paris ¿Podrías cuidar de mi casita?"
La Hormiga respondió "Sí, claro. Sin problemas. Pero ¿Qué ha pasado?; ¿Dónde has conseguido el dinero para ir a Paris y comprar este Ferrari?; ¿Y ese abrigo tan caro?"
Y la Cigarra respondió: "Imagínate que yo estaba cantando en un bar la semana pasada y un a un productor le gustó mi voz y firmé un contrato para hacer shows en Paris. A propósito, ¿Necesitas algo de allí?"

"Pues sí"- dijo la Hormiguita: "Si ves a un tal La Fontaoine (autor de la fábula original) mándalo a la mierda"

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